Día soleado, corre una brisa encantadora, apoyada en la barra de metal del velero noto como el aire golpea suavemente mi cara, la velocidad adecuada, la compañía discreta pero amable. Todo parece perfecto. 

Sin más, un presentimiento, un fallo, una angustia me invade. Busco justificación a ese sentimiento y estoy en lo correcto, algo falla, todo indica a que la embarcación no resistirá el peso que lleva. Me pongo muy nerviosa, necesito todo lo que llevo a bordo, no se que lanzar al mar. Cada minuto juega en mi contra, la embarcación no resiste el peso y yo quiero todo lo que llevo conmigo.

El velero avanza, dejamos de tener tierra a los lados, la perspectiva se amplia, veo más mar, menos tierra, cada vez más mar, y menos tierra. 

Sé la solución, tengo que lanzar al mar aquello que no necesito. No actúo, sigo mirando a mi alrededor, siento un gran desconcierto, quiero todo lo que tengo, necesito todo lo que tengo. 

Cada vez más mar, y menos tierra. Ya apenas veo tierra. 

Pasan los minutos, se amplia el horizonte, ya no veo tierra, no he sido capaz de lanzar nada al mar aún. 

Siento como si descendiera, el barco empieza a hundirse lentamente, no me salen los gritos, ni siquiera puedo hablar, solo me compadezco, tenía que haber lanzado algo al mar. 

Me hundo con la embarcación, lento, duro, no veo tierra solo veo mar. 

Ya no estoy acompañada, estoy sola, el barco se ha hundido y todo lo que llevaba conmigo tampoco está. 

Sigo descendiendo de manera rápida y brusca una vez dentro del agua, no se crean burbujas, no hay burbujas, me empieza a faltar el aire, no puedo respirar. Intento salir a la superficie, voy subiendo, lucho contra agua, mis brazos tienen fuerza, pero necesito respirar. Aire. Sigo subiendo, pongo alma, corazón y toda la fuerza que hay en mí pero ya no me queda aire. Veo la superficie, estoy apunto de llegar. Mi cuerpo dimite, veo la superficie y siento como antes que ella llega el final. Mi final.

Siento como vuelvo a descender y solo puedo pensar que.... tendría que haber lanzado "algo" al mar. 

Hay veces que sientes como no puedes transformar en palabras lo que sientes. Hay veces, que pretendes ser tan perfecta en lo que haces, que no puedes leer entre líneas que, quien te quiere y quien te querrá bien, te querrá tal como eres. 

Hay veces que, sientes como tu realidad se viene abajo, como aquello que creías tan firme estaba formado por aire, y que un simple soplo, por no hablar de un vendaval, puede acabar con todo. 

Recuerdos que pesan, y recuerdos que hacen feliz. 

Lagrimas que te recuerdan quien eres mientras lo que rechazaste explica a tus espalda quien quisiste ser. 

Que simple me gustaría que fuera todo, y que complicado que es. 

Quiero creer en mis sueños, mientras la velocidad a la que vivo no me permite parar a pensar en como se cree.

Ya no quiero mentirme más, no quiero realidades de aire, sé a ciencia cierta que es peligroso volar sin saber aterrizar. Que envidia tengo a la simplicidad. Que envidia siento por los demás. 

No hablo de infelicidad, hablo de almas, de dudas, de sentimientos, de sensaciones, de palabras... de lo que no se ve, pero está. 

De mi miedo a que nadie sepa responder mis preguntas sobre mí. Del miedo a que algún día me olvide como era, como fui. 

La vida es coleccionar, pequeños momentos de felicidad, que son como el día que siempre se van... pero con una gran diferencia, y es que esos momentos regresarán a tu mente en forma de recuerdo.

Me moría por ti,  justificaba todo lo que hacías aunque te aprovecharás de mi, no hablamos de un nivel físico, hablamos de mi persona; de mis consejos, de mis teorías, de mi forma de ver tu vida, de mi forma de simplificar tus problemas, te aprovechabas porque tu oferta no coincidía con mi demanda y yo no veía clara la gráfica, mientras tu, sabías que el balance final era positivo a tu favor, negativo al mio. Negativo en cuanto a sufrir, sabes? Yo te quería, y tu, solo te aprovechabas como si de una cuenta de beneficios y pérdidas se tratara. 

Esa es la cruda realidad verdad? Te duele que la sepa? A mi me duele más. 

Pero no tienes que preocuparte por esto, hay algo que me duele un poco más dentro, un poco más donde nadie ve. 

Te sigo queriendo, con otros ojos, detrás de otro tipo de mirada, sigo muriendo por ti, con otro tipo de muerte, y sufro al saber, que jamás serás feliz, y que como tu me dijiste un día; " puede que hagas feliz a alguna que otra mujer, pero tu nunca conseguirás serlo con ninguna". 

No olvido, sabes que lo sé, y sé que sabes que a veces me siento herida, por no haberte fallado nunca, a pesar de todos tus fallos, por no haber desaparecido nunca, después de todas tus desapariciones, por no haberte abandonado nunca, a pesar de todos tus olvidos, por no haberte llorado nunca, todo el dolor que me has hecho sentir... 

Y me pregunto, a valido la pena tanto, para llegar a este punto? Y me respondo que sí, porque tengo a cambio mucho, te tengo a cambio a ti. De otra forma, con otra cara, con otro cuerpo, con otra mirada, con otra sonrisa, con otras cosas que siguen siendo las mismas, pero que ya no son igual. 

Tu eres el mismo, yo soy la misma, la relación que tuvimos nunca volverá. 

Pero es mucho más grande, es mucho más REAL. Se llama Amistad. 

 http://www.youtube.com/watch?v=OK2RwFEegms&translated=1