Sin estar dentro de mis planes, siento un vuelvo en el corazón que me hace más humana, una respiración que se entrecorta y un silencio que deja paso a una explosión de sentimientos; por un lado, inevitablemente recuerdos, recuerdos que han formado mi persona y que sin más vuelven a existir por unos instantes para recordarme lo inhumana que había estado siendo mi vida durante los últimos años y por otro lado, una sensación de plenitud, felicidad, que acompaña a la de vacío que siento al sentir que no vivia sintiendo, que tengo delante lo que me faltaba, lo que ahora me completa, lo que cada día me llena más.

No puedo contar las veces que he sentido que no podía estar cerca de alguien, porque no podía permitirme sentir y ser feliz por el simple hecho de que eso anteriormente eso me había producido dolor, cuantas veces me he prohibido creer en ello, porque era más fácil que afrontar que el problema estaba en mis ojos y en mi corazón.

Y ahora siento, como se me encoge el corazón cuando me miras, como siento escalofríos cuando me acaricias, como siento lo perfecto que es compartir cada instante y cada momento contigo, como me emociona que compartamos nuestras vidas, y como me encanta cuando estás y cuando no estás por saber que estarías y que estarás.

Es como un volver a empezar, como un entregarme a todo.
Sentirte, en su plena expresión.
Como un caminar ciega, mientras me miras.

Y ahora no necesito más que darte las gracias, por existir, por hacerme sentir humana, por hacerme feliz.

Sílvia*

Porqué a veces miramos y miramos hacia un lugar y de repente un día, queremos mirar hacia otra parte?

Sé de mis contrariedades, supero las consecuencias entre el disimulo y la rabia de saber que no he actuado bien. Me he mantenido estos meses en mi frecuentado punto de ingravidez, en el que no te apetece escuchar, no te apetece que tu arrepentimiento deje de ser privado, he estado flotando, como otras veces. Pero esta vez me pregunto,  que me sostiene en el aire? 

El tiempo pone a cada uno en su lugar, lo espero, porque es donde quiero estar. 

Para sentirme un poco más libre, para poder volar. Porque odio a quién me hizo daño, a quién ha sido conmigo como yo he sido contigo, porque siento desprecio por quién a estado en mi lugar y también provocó en mi ese dolor que te deja sin habla. 

Estoy de luto interpersonal, creo que el único alivio sería tenerte, y ambos sabemos que eso no nos conduce a ningún lugar. Ojala cuando un problema y su solución son la misma cosa, se desvaneciera el sentido que lo mantiene todo vivo. 

Espero que algún día me perdones, y no olvides lo que te he hecho, porque volverías a sentir lo que me permitiría volver a hacerte daño. 

Siempre nos han sobrado las palabras, y ahora me encuentro, con que las palabras no me bastan.

Sílvia.

Cuánto se ha dicho diciendo nada, a lo mejor no hemos podido ver con tanta luz. 
Detrás del viento, un huracán, siendo mi corazón de cristal... - ya sabes que no guardo nada que no veas y que no te diré nada que ya no sepas. - Pobre corazón, que no sabe que decir... si me alejo por lo que has sido o por lo que nunca serás en mi. 

Hay caminos que hay que andar descalzo, ya no te preocupes mas por mí... siempre me entra arena en los zapatos. Esta vez me quedo aquí.

Si te cabe el cielo en un abrazo... no podrás olvidarte de mi. 

Nada como...

darse cuenta que miramos hacía el mismo lugar, 

como comprobar que vivimos en el mismo mundo, 

ver que nos sentimos igual ante una injusticia, 

saber que soñamos con los mismos sueños, 

sentir que valoramos principios idénticos en las personas, 

comprobar que nos apetece lo mismo en el mismo momento, 

ver que sentimos los mismo ante alguna emoción, 

darnos cuenta de que nos duele el mismo dolor, 

ver que con la que está cayendo nos encontramos debajo de un mismo balcón, 

con el mismo miedo a salir, 

con la misma fuerza para cruzar km sin resguardo. 

Darse cuenta de que somos tan diferentes... que parecemos iguales,

que nos conocemos de poco y sabemos todo uno del otro sin saber. 

saber que tenemos el mismo miedo a querer. 

Sentir que confiaré en ti, que ya no hay más "porqués". 

Saber que disfrutaré de esto, 

porque es lo más bonito que he vivido en mucho tiempo.