0

2009


A pesar de dificultades y de obstáculos no puedo evitar sentirme optimista. 

Si, se que estás pensando que es extraño y comprendo que es difícil de entender. Pero si estás al otro lado es porque me conoces y sabes que rara vez soy determinista y que cambio de parecer con mucha facilidad. 
Llevo días en los que no soy capaz de sentirme triste. 
La vida me pone a prueba, respondo y aprendo, eso es todo lo que puedo hacer. 

No sé porque no puedo sentirme como me apetezca, me gustaría vivir una pequeña temporada en mi universo de tristeza y salir cuando lo creyera conveniente para así convencerme de que he superado una etapa pero no puedo, porque todo aquello que me esta pasando es únicamente aquello que me tiene que pasar. Como ya lo esperaba, no me asombro y como no me asombro creo que ya tenía asimiladas las consecuencias de los problemas antes de que estos aparecieran. 
Sí, cierta predeterminación.

A veces siento miedo, recuerdo situaciones dramáticas y mi corazón da un vuelco, me traslado a la escena y la revivo como si estuviera ocurriendo en ese mismo instante. Al minuto, me repito que todo está en calma, llevo tanto tiempo consolándome y relajándome que ya me he acostumbrado a hacerlo por adelantado. Dicen que la experiencia te hace más fuerte, y me quedo con eso. Con la fuerza. 

Solo quiero estar sola y pensar, y no, no es un estado depresivo. Lo llamaré crecimiento. Dejar reposar mis ideas y pensamientos y repasar aquello que vivo y que aprendo, aquello que siento. Siento si no podéis acompañarme. 

Agradezco todo lo que me han aportado aquellos que han seguido conmigo un camino. Agradezco todo aquello que me llevo de vosotros, todo lo que se ha unido a mi esencia. Pedacitos de todos vosotros han creado mi persona. Yo simplemente he intentado escoger lo mejor entre todo aquello que me ofrecíais. 
Siempre iréis conmigo allá donde vaya, porque siempre recordaré quién era y quién soy, sois el cambio. 

Todos y cada uno de vosotros, hoy os tengo que agradecer, 
que me hayáis odiado, por enseñarme a respetar
que me hayáis acompañado, por enseñarme sentir soledad
que me hayáis apoyado, por enseñarme a superar
que me hayáis querido, por enseñarme a valorar
que me hayáis criticado, por enseñarme a superarme
que me hayáis abandonado , por enseñarme a crecer
...
Mil gracias. 

Empieza un año, acaba una etapa. 
 


Copyright © 2009 Introspección All rights reserved. Theme by Laptop Geek. | Bloggerized by FalconHive.